jueves, 13 de octubre de 2011

Y en el momento clave, en que necesitaba que demostrase ese gesto, esa "tonteria" que haria que ella confiase para siempre y se quitase todas las nubes de su cabeza,  no movio ni un dedo,ni siquiera se despeino...
 Y ella cerro los ojos,abrio la boca y empezo a inhalar cantidades inmensas,inmensas porciones de indiferecia que se fueron acomodando en su estomago,en sus entrañas creando asi un acolchado para no sentir los golpes,para dejar de sentir dolor,para no sentir nada mas que lo positivo,para estar conforme; aunque el precio de esta anestesia sea la perdida de la ilusion.

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